El petróleo o crudo es una mezcla de hidrocarburos depositada en el
interior de un yacimiento. Durante el proceso de extracción, los sólidos y demás
componentes contaminantes se mezclan junto con el petróleo extraído, dando paso
a las denominadas mezclas heterogéneas formadas por sólidos en suspensión o
emulsiones, las cuales deben ser tratadas lo más pronto posible con el fin de
eliminar en gran medida los entes contaminantes que se encuentren adheridos al petróleo.
Los procesos de tratamiento de crudo son ejecutados con la finalidad
de purificar en mayor medida el petróleo extraído para luego redirigirlo a las refinerías
para que pueda ser tratado y posteriormente, obtener los derivados del mismo.
No obstante, estos procesos no pueden aplicarse con todos los crudos existentes,
es por ello que existen métodos específicos que pueden ser utilizados para
tratar de manera óptima cada tipo de crudo.
En conclusión, los tratamientos de crudo son de suma importancia
debido a que proporcionan la segregación y eliminación de sólidos en suspensión
o emulsiones que se encuentren presentes en el petróleo extraído. De igual
manera, dentro de la industria petrolera se utilizan mayormente los procesos de
tratamiento de crudo liviano y mediano, los cuales se emplean por medio de la aplicación
de una sustancia desemulsificante, tanques de lavado que permiten drenar el
agua extraída y, en los crudos medianos, se emplean procesos de aumento de
temperatura o calefacción, los cuales permiten la disminución de la viscosidad
y colisión de gotas para su coalescencia.
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